El concepto de búsqueda de la felicidad ya sea a través del placer como sostiene Sigmund Freud, o a través de una lucha por la superioridad, según Alfred Adler, que pueden definirse, sucintamente, como un deseo de placer y un deseo de poder, en busca de la felicidad.
Frente a esto, dice Víctor Frankl, “No estoy dispuesto a vivir, luchar o hacer algo o amar a alguien o aún padecer, únicamente, en aras de la búsqueda de placer o de poder, pues eso no bastaría para satisfacer lo que llamo mi deseo de encontrar un sentido a mi vida, ya que, intrínsecamente, todo ser humano siempre está proyectado hacia algo más allá de sí mismo, algo en el mundo exterior”.
Agrega Frankl que, en la medida en que un ser humano, en vez de contemplarse a sí mismo y reflexionar sobre sí mismo, desea ponerse al servicio de una causa superior a él, como es para nosotros RENACER, llegará a la autotrascendencia, una cualidad esencial del ser humano.
Autotrascendencia, quiere decir estar siempre orientado hacia algo o alguien que no es él mismo, hacia una tarea a cumplir, una misión que llevar a cabo, alguien a quien amar, es decir, hacia tareas o personas que están en el mundo, independientes de uno mismo.
Y agrega: “La mejor manera de conseguir la realización personal consiste en dedicarse a metas desinteresadas, pues la búsqueda de la felicidad constituye una contradicción en sí misma.
No se pueden tener como meta la felicidad, pues, paradójicamente, LA FELICIDAD SE ALEJA, en la medida en que se establece como fin.
En consecuencia, para nosotros, padres que hemos perdido hijos, ¿qué mejor tarea para sentirnos felices, que aquella que llevamos a cabo en nombre de ellos, al ayudar a otros padres que también han perdido hijos’.
Cuando conseguimos que esto se transforme en una misión para nosotros, con todo el significado que esa palabra tiene, habremos encontrado una verdadera y valiosa razón para seguir viviendo, aparte de los hijos y familiares que nos quedan, es decir, algo por qué vivir por nosotros mismos.
Recordemos que quien enciende una antorcha para iluminar el camino de otro, ilumina su propio camino.
Seremos felices por la luz del amor incondicional que RENACER nos ayuda a encender, en homenaje a nuestros hijos, haciendo, entonces, realidad el pensamiento que dice: “Busqué a Dios y no lo encontré, me busqué a mí mismo y no me encontré, busqué al prójimo y encontré a los tres.”
Esta es la felicidad que hemos aprendido en RENACER, que florece en nuestros corazones y nos invita, en estas fiestas, a elevar una copa en homenaje a nuestros hijos, aunque sea ésta la primera vez y nuestros ojos se nublen por una lágrima furtiva.
Como nos han dicho Alicia Schneider y Gustavo Berti: “La verdadera felicidad es el resultado de nuestra actitud y no una meta a alcanzar”.
Viernes 22 de Diciembre de 2023
Eiségesis de lo expresado por sus iniciadores Alicia Schneider y Gustavo Berti, recopilado por Enrique y Ana Doris, con el aura de Ulises y el recuerdo más dulce que pueda existir para nuestra querida dulce Ana junto a Enrique y a Enriquito.
Hoy, me toca a mí Ana Doris, en homenaje a mi querido papá, continuar su obra ya escrita de antemano pensando que este momento llegaría algún día y dejándome como trasmisora de su labor de mensajero de RENACER, ya que siempre afirmaba, fervientemente, que el mensaje de RENACER debe trascender a las personas.
De RENACER Congreso – Montevideo, Uruguay
“Por la Esencia de RENACER”