Un impulso hacia la dimensión espiritual del ser humano.
Los padres que se acercan a RENACER lo hacen, no sólo porque han perdido un hijo, sino porque habiéndolo perdido, no quieren seguir viviendo como lo están haciendo, e intuyen que necesitan un nuevo proyecto de vida futura.
Lo que el hombre aspira ser, en gran medida, lo determina lo positivo que rescata de su pasado, excluyendo aquello que sea teñido por el sentimiento o la emoción de lo que evoca.
Por lo cual, en las reuniones, volver atrás sobre los hechos dolorosos y la exploración de emociones tan encontradas y negativas, propias de los primeros tiempos, después de la partida del hijo, nos mantienen en un nivel emocional desde donde se hace muy difícil vislumbrar ese nuevo proyecto de vida y más aun; se hace difícil no caer en la hipereflexión, consecuencia lógica de este tipo de procesos.
El pasado, contiene aspectos positivos, valores ya realizados a los que se puede acceder, pues tienen influencia en las decisiones que se toman, en los proyectos que se crean.
El futuro es determinado por la presencia de aquello vivido en el pasado, lo ya realizado, que permanecerá para siempre en nuestro mundo, eternizado como la realidad más indestructible.
En la medida en que el pasado es el ámbito en el que queda guardado todo lo realizado por el ser humano, es el granero del que habla Frankl, constituye el reservorio donde se puede seleccionar y rescatar todo aquello que sea útil a los proyectos de futuro, aquello que sea de valor, todo lo que ayude a encontrar sentido para la vida futura.
Por lo tanto, a medida que el padre va descubriendo más aspectos positivos en su vida, ésta aparece como un proyecto a considerar nuevamente, pero de otra manera.
En su momento, el dolor lo ha hecho consciente sólo de sus necesidades, nadie sufría más, ningún otro dolor importaba, ahora, gracias a la ayuda mutua, al incluir a otros en sus consideraciones , se da cuenta que, allegándose al otro, elevándose más allá de sí mismo hacia un hermano que sufre, le da a su propio sufrimiento un sentido, haciéndolo más suave de llevar.
Frankl nos dice que el sentido de la vida no puede prescribirse, debe ser hallado individualmente, en las opciones concretas que la vida presenta a cada ser humano.
En Renacer se ha visto que su mensaje provee a los padres, de un sentido colectivo, aliviando el sufrimiento de otro, que está allí para tomarlo, que no encontraban sentido y mucho menos se lo esperaba.
Esa liberación del egocentrismo, como afirma Elisabeth Lukas: «Es un impulso hacia la dimensión espiritual del ser humano.”
Esta opción es, ansiosamente, aceptada por los padres mientras comienzan a reconstruir sus vidas destrozadas, ayudados e incentivados por el grupo, comienzan la búsqueda de un nuevo proyecto de vida.
El mensaje de Renacer no es un mensaje común, en él está el recuerdo y la memoria de nuestros hijos.
Viernes 20 Setiembre de 2019
Eiségesis de lo expresado por sus iniciadores Alicia y Gustavo Berti, recopilado por Enrique y Ana Doris, con el aura de Ulises y el recuerdo más dulce que pueda existir para nuestra querida dulce Ana junto a Enriquito.
De Renacer Congreso – Montevideo, Uruguay
“Por la Esencia de Renacer”