Autor: Renacer Congreso – Montevideo, Uruguay
Resulta imposible decir algo sobre la esencia de Renacer que tenga significado para cada uno en su fuero íntimo pues al ser nosotros únicos e irrepetibles, implica que el Mensaje de Renacer tendrá, para cada uno, un sentido individual que puede ir desde la más absoluta indiferencia hasta el más profundo significado para sus vidas, aun referido en particular a los padres que hemos perdido hijos.
Nos introducimos hoy por la puerta abierta dejada por los iniciadores de Renacer, en febrero de 2009, para reflexionar sobre los aspectos que implica el mensaje de Renacer y los caminos a recorrer, con la libertad que hemos descubierto a través del propio mensaje de Renacer, asumiendo la aventura de incursionar a través de los conceptos vertidos por sus iniciadores, imbuidos de gratitud hacia ellos y con el recuerdo de nuestra dulce y querida Ana, tratando, en lo posible, de descubrir y luego describir aquello que está implícito en la Esencia de Renacer.
Al respecto ha dicho Gustavo Berti que los grados de significación, de acuerdo con los cuales una cosa dada puede tener diferente significado o grados de importancia, para diferentes personas, depende no sólo del nivel cultural, social o intelectual, sino, también del estado de conciencia a través del cual el acto de percepción se lleva a cabo, que tiene extrema importancia en los grupos Renacer, en los que los padres entran con una crisis existencial tan abrupta y violenta, con estados de conciencia tan alterados y confusos, que dificultan aun el “simple vivir” en la realidad cotidiana, la que parece tan lejana y ajena como si estuviese siendo observada desde afuera en una perspectiva atemporal, sin olvidar las diferencias culturales que implican los paradigmas vigentes.
El desafío no es lamentar lo perdido, sino descubrir los nuevos caminos que se abren a partir de esa pérdida; nuevos caminos de esperanza, de amor, de solidaridad, de compasión, en fin, tratar de ser mejores.
Para descubrir esos caminos concurren diversos factores a tener en cuenta, el primero de los cuales es el lenguaje que usamos para comunicarnos, pues detrás de cada palabrahay siempre algo oculto, que hay que preocuparse por descubrir.
Ya desde tiempos remotos, Platón, 400 años antes de Cristo, citado por Raymond A. Moody en “La vida después de la vida” dice: “El lenguaje humano es inadecuado para expresar directamente las realidades últimas. Las palabras ocultan, más que revelan, de la naturaleza interna de las cosas. En consecuencia, las palabras humanas no podrán hacer otra cosa que indicar -mediante la analogía, el mito y en otras formas indirectas- el carácter verdadero de lo que está más allá de la esfera física.”
A ello se agrega la naturaleza misma de la Esencia de Renacer, en donde, como grupo de Ayuda Mutua, emerge la dimensión espiritual como fenómeno específicamente humano.
La espiritualidad juega un papel fundamental en los grupos de ayuda mutua, entendiendo a ésta como la condición de espiritual implícita del ser humano, como un ámbito de conciencia ampliado, un fenómeno que tiene origen en el hombre, pues el hombre posee un conocimiento intuitivo de los valores hacia los que se siente arrastrado, valores que pertenecen a su dimensión espiritual, que se expresa de una forma no reflexiva.
¿Cómo hacer para reflexionar sobre aquello que por naturaleza no es pasible de conocimiento por vía de la reflexión?
No se llega a ser compasivo a través de la lectura o la reflexión, sino merced al amor compartido con aquellos con quienes el destino común nos ha hermanado, dice el mensaje de Renacer.
No se trata, pues, de comprender, como dijo Einsten: “Es incomprensible que pretendamos comprender.”
Pero, cuando perdemos un hijo o un hermano lo primero que hacemos es llenarnos de preguntas, y llenos de ¿por qué? y de ¿si yo hubiera ? no encontramos explicación alguna.
Lo que sucede es que, en la cultura que se nos ha imbuido, pasa lo que sostiene el propio Einstein cuando nos dice: “La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es su sirviente fiel; sin embargo, hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el regalo sagrado de la mente intuitiva.”
La intuición nos muestra el camino, y es la que nos dice que aún en los momentos difíciles, de sufrimiento inevitable, aquéllos donde creemos perder la fe y la esperanza, existe laposibilidad de un cambio, de una transformación interior.
Ante la profunda señal de alerta que implícita una crisis, el hombre puede despertar a su intuición y saber que la salida existencial está por delante suyo, en lo que aún queda por realizar de ese futuro en el que yacen las posibilidades aún no realizadas; se da cuenta que la única manera de eliminar la oscuridad es dejando entrar la luz.
El filósofo Francés Henri Bergson dice que “la intuición es la empatía a través de la cual nos transportamos dentro de lo más íntimo del otro para coincidir con lo que es único y por lo tanto inexpresable.”
A todo esto, no es ajena la historia de Renacer, pues mientras en Río Cuarto se reunían, por primea vez, padres que habían perdido hijos, Víctor Frankl sostenía que “El hombre que se levanta por encima de su dolor para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano”, concepto que es la síntesis de la Esencia de Renacer, como un ámbito de luz, de esperanza y de amor.
Para llegar a una meta es necesario tener, en primer término, fe en el camino que se va a iniciar, luego dar el primer paso y finalmente perseverar.
Renacer es para los valientes, para los que no quieren rendirse, para los que no quieren entregarse en la vida, pese a la pérdida de un hijo, es para los que buscan nuevos caminos y dicen: a pesar de todo, sí a la vida.
Viernes 24 de abril de 2015
Con el recuerdo más dulce que pueda existir para nuestra querida Ana, eiségesis del mensaje de Renacer por Enrique, Ana Doris y Ulises
De Renacer Congreso Montevideo, Uruguay
“Por la Esencia de Renacer”